sábado, 24 de diciembre de 2011

CÁNTICO (fragmento)

1

¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dexaste con gemido?
Como el ciervo huyste
aviéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ydo.

2

Pastores, los que fuerdes
allá por las majadas al otero,
si por ventura vierdes
aquél que yo más quiero,
dezidle que adolezco, peno y muero.

3

Buscando mis amores
yré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y passaré los fuertes y fronteras.

4

¡O bosques y espesuras
plantadas por la mano del Amado!,
¡o prado de verduras
de flores esmaltado!,
dezid si por vosotros ha passado.

5

Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura;
y, yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dexó de fermosura.

6

¡Ay!, ¿quién podrá sanarme?
Acaba de entregarte ya de vero;
no quieras enviarme
de oy más ya mensajero
que no saben dezirme lo que quiero.

7
Y todos quantos vagan
de ti me van mil gracias refiriendo,
y todos más me llagan,
y déxanme muriendo
un no sé qué que quedan balbuziendo.

8

Mas, ¿cómo perseveras,
¡o vida!, no viviendo donde vives,
y haziendo porque mueras
las flechas que recives
de lo que del Amado en ti concives?

9

¿Por qué, pues as llagado
aqueste coraçón, no le sanaste?
Y, pues me le as robado,
¿por qué assí le dexaste,
y no tomas el robo que robaste?

10

Apaga mis enojos,
pues que ninguno basta a deshazellos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y sólo para ti quiero tenellos.

11

Descubre tu presencia,
y máteme tu vista y hermosura;
mira que la dolencia
de amor, que no se cura
sino con la presencia y la figura.

San Juan de la Cruz (1578)

jueves, 15 de diciembre de 2011

AL GRAN CERO

Cuando el Ser que se es hizo la nada,
y reposó, que bien lo merecía,
ya tuvo el día noche, y compañía
tuvo el hombre en la ausencia de la amada.

¡Fiat umbra! Brotó el pensar humano
y el huevo universal alzó, vacío,
ya sin color, desubstanciado y frío,
lleno de niebla ingrávida, en su mano.

Toma el cero integral, la hueca esfera,
que has de mirar, si lo has de ver, erguido.
Hoy que es espalda el lomo de tu fiera,

y es el milagro del no ser cumplido,
brinda, poeta, un canto de frontera
a la muerte, al silencio y al olvido.

Abel Martín (Antonio Machado): Cancionero apócrifo (c. 1930)

sábado, 3 de diciembre de 2011

CINERARIO

                                                            A Marta

                                I

Ahora me pregunto qué sería de aquel fuego
y de su noche, la ceniza.

                                II

El fuego es dios de nada, dijo el poeta, es nada
aunque a veces sople por las chimeneas
un aire alemán.

                                III

Ahora me pregunto qué fue de aquellos fuegos
y de su norte, la ceniza.

                                IV

El fuego es dios de nada —dijo el poeta— es nada
y jamás se controla por educación
o cualquier otra
sino que obra
y porfía.

                                V

Ahora me pregunto qué será de aquel fuego
y su sepulcro, la ceniza.

Blanca Andreu: Elphistone (1988)