lunes, 24 de noviembre de 2014

INTRODUCCIÓN AL ORIGEN DE LA NADA (llena de tantas cosas reales)

Que no suene la nada a lo que nada suena.
Que nada suene como la nada.
Que la nada no suene a nada.
Esta vez originalmente por una sola vez
que la nada esté muda como la real nada.
Que no suene la nada a la nada
                                                   ¿Sí?

Que nada salga de la nada (ni seres, ni cosas,
ni paisajes hacia la virgen nada).

Que no busque nada la nada.
Que nada no se disfrace de nada y que
esta vez, originaria además,
                                              la nada huya
sin derribar nada, sin hacer nada.

¿Sí? Por favor.
Que empiece la función. Silencio.
Nada de nada.

Ernesto Carrión: Novela de Dios (2013)

lunes, 17 de noviembre de 2014

LA SOLEDAD DE GÓMEZ JATTIN

No sé dónde arderás ahora corazón mío
necesito entregarte siempre como esclavo
pobre de ti
es urgente que enfermes otra vez y otra vez

Qué voy a hacer contigo ahí desocupado
como estúpida biología  Vamos deshazte
de tu pesadumbre y emprende vuelo

¿Qué te sugiere el momento? ¿Te gusta esa mirada
envejecida pero atenta de tu buena sobrina?
Ve y háblale de cuando lloró sin motivo
o cuando de la risa se orinó en los calzones

O mejor recorre el campo y siembra un árbol suntuario
o llévate cordel y navaja
y construye un barrilete y eleva con él
tu soledad hasta las nubes

No  No queremos los dos amigo mío hacer nada de eso
Queremos acostarnos otra vez sobre su vientre
Pero esos tiempos han pasado  Su cuerpo y su deseo
deambulan entre cines y bares de la urbe
enfebrecidos detrás de otros cuerpos y otros deseos
Y eso está bien  Es su vida sin nosotros
Tiene derecho también a un placer libre

Allí está sola la luna y no se muere  Solo está el viento
Tú me tienes a mí
y a Nuestra Señora La Soledad de Gómez Jattin

Raúl Gómez Jattin: Tríptico cereteano (1988)

lunes, 10 de noviembre de 2014

PEQUEÑO RECADO PARA EL AGUA

El agua de un éxtasis
         a mi sed arroja
              la eternidad.
             Jorge Guillén

La sed, feliz, impaciente,
se sabe el único objeto de tu deseo,
de tu pasión borboteante;
se sabe la única llama de amor capaz de acallar
el temblor de tu dulce, fluyente cuerpo desnudo.

La sed, esa febril lujuria de la garganta,
aguarda por ti, desespera por ti,
oh juvenil agua enamorada,
sabiendo que vienes hacia ella,
que la persigues desde remotas distancias,
desde las entrañas recónditas de la Tierra,
en continua y ascendente carrera,
sorteando tortuosas capas y etapas,
sucesivos estratos, obstáculos,
rocas, fósiles, metales,
arrojada con decisión a su encuentro,
ansiosa de ser bien amada,
ávida, frenética,
torrente de amor en busca
de los labios donde la espera
el instante de la eternidad.

Joaquín Mattos Omar: Los escombros de los sueños (2011)

lunes, 3 de noviembre de 2014

ESPERA

La mosca en la pared
La pared no esperaba a la mosca
La ventana mira
espanta a la mosca
La ventana no tiene ojos

La pared ahora mira
La pared sigue mirando

Ahora la soledad en la pared
La pared es el insecto que entretiene el ojo
y es ahora la mosca en el cuerpo y
el cuerpo no esperaba a la mosca

La ventana no tiene ojos
La ventana mira
Vuelve la mosca a la pared
La ventana mira
Ahora la soledad en el cuerpo
Vuelve la mosca a la pared
y
la pared no esperaba a la mosca.

Fadir Delgado: El último gesto del pez (2012)