domingo, 15 de septiembre de 2013

CARTA DE AMOR

Ven aquí, junto al mar y las palmeras,
y construyamos el mundo que tú sueñas,
prisionero hoy
bajo tu superficie transitoria.

Quiero ser tu arquitecto,
quien levante en tu arcilla
el bosquejo que ocultan
tu piel, tu voz, tus ojos,
tu cabellera y tu sonrisa.

Quiero ser el único habitante
de aquella isla verde que eres hoy,
desterrar los implacables fantasmas que te pueblan,
para poblarte yo.

Ven aquí,
a la tierra verde sin represas,
cuyo estallido vegetal confunde
al cielo, al aire, los ríos, las estrellas,
y toma mi palabra,
mi júbilo de negro y mi esperanza,
para que todo lo conduzcas
por la avenida deshabitada de tu sangre,
y se alce invencible en la tierra
mi puño fundido con el tuyo.

Hay una casa abandondada, recubierta de polvo,
que espera ansiosamente
tu llegada cordial.
Y un hombre que te llama
en la angustiosa longitud de cada día.
Y un escritorio de veras olvidado,
unas flores marchitas,
y una capa de polvo
que recubre las cosas.
Ven aquí, al mar y las palmeras,
donde los cununos, la marimba y los negros
estamos esperándote,
como la canción milagrosa de la tierra.

Nelson Estupiñán Bass: Timarán y Cuabú (1956)

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