son cadáveres empolvados
mis manos han ensuciado
lo que alguna vez fue
el nombre de uno de ellos
¿qué lleva ahí, señor, un muerto?
me pregunta un niño curioso
no, llevo varios, le digo
y el niño huye llorando
mis muertos son hermosos
son tiempo y espacio
condensados en un árbol
en los residuos
de su tallo
yo los veo y me maravillo
de cómo pueden vivir más que yo
retazos de vidas pasadas
embalsamados en la memoria oblicua
y barnizados con miel gris
tinta china y una funda de plástico
¿una vida insignificante puede llegar a ser trascendente
si la guardo en mi armario?
yo no mato
solo colecciono los restos de los
que no pudieron sobrevivirse más
sí
de los que sabían sufrir
de los que escribían
poesía
Juan Romero Vinueza: Revólver (2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario